Padre: Eun Ji-ah... Necesito contarte algo.
Eun Ji: no quiero, ah... ¿cuando te vas?... estoy harta de tu presencia en esta casa, ya llevas tres días aquí, (se llevó el cubierto hacia la boca)
Nana: niña Eun Ji, escuche a su padre, ¿si?
Eun Ji: ¡nana!
Padre: Hace un tiempo te enterarse sobre Min Yoo y Minah.
Eun Ji: ¡¡No quiero!! (Empezó a llorar)... no quiero saber nada de tu familia, solo déjame sola y vete, yo soy feliz con mi nana.
Eun Ji salió corriendo de su casa esa noche, donde la oscuridad fue lo menos que le importo, ella estaba muy mortifica al escuchar hablar a su padre sobre Minah y su madre. Sin pensarlo Eun Ji se condujo hacia la casa de Sung Yeol, con la esperanza de poder calmar su dolorido corazón.
Sung Yeol: Eun Ji ¿estas bien?, ¿que pasó?, ¿estas llorando? (Sung yeol abrazó a Eun Ji)
Eun Ji: mi padre volvió a tocar el tema. Yo nunca lo perdonaré.
Sung Yeol: sobre tu media hermana.
Eun Ji: no la llames así, yo no tengo hermanas.
Sung Yeol: (sonrió y le acarició) ya que has venido hasta aquí, entra... ahora no hay nadie
Eun Ji: ¿estas solo?... (Sonrió)
Sung Yeol: qué (riéndose) no es la primera vez que entras ¿o si?... Vamos, entremos.
Eun Ji: Sung Yeol-ah... ¿hace cuánto que somos amigos?
Sung Yeol: no lo sé
Eun Ji: ¡oye!... Que niño.. (Sentándose en el sofá).. 10 años, 1 década... Te aguante tanto, soy increíble.
Sung Yeol: (dándole un vaso con agua) Yo soy el que aguanté
Ambos rieron a carcajadas y juntos regresaron de vuelta.
Eun Ji: Gracias por traerme a casa. (Abrazó a Sung Yeol)
Sung Yeol: de nada. Entra y ya no pelees con tu padre.
Eun Ji: Sung Yeol-ah... Te quiero
Sung Yeol: que?... Deja de jugar y de decir cosas entrañas. Nos vemos. (se marchó)
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Continuará...